Patrimonio de civilizaciones antiguas
Los Siete Aceites Sagrados recibieron su nombre para definir los ungüentos más preciados preparados por los antiguos egipcios, utilizados especialmente para sus aceites de unción consagrados. Cada uno de los siete aceites primarios se conservó en su propio frasco, reconocible por su forma específica.
Desde los rituales del templo hasta las momificaciones, las ofrendas a lo divino y los símbolos de belleza, sus propiedades eran veneradas en diferentes etapas de la vida.
Destacamos la mirra, el incienso, la boswellia o el pino como notas principales, mientras que los aceites de sésamo, ricino o linaza desempeñarían el papel de portadores. Los aceites se vertieron sobre el cuerpo para facilitar la transición a la otra vida y honrar a las "siete almas". ¡Fascinante! En general, el perfume y el incienso eran una parte clave de las prácticas diarias, conectando los sentidos humanos con los reinos de los dioses y diosas.
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Al otro lado del mar Mediterráneo, se sabía que los atletas de la antigua Grecia utilizaban aceites para mejorar su rendimiento físico. De hecho, la palabra "gimnasio" proviene de la palabra griega "gymnazein", que significa "entrenar desnudo", en referencia a la práctica de hacer ejercicio y entrenar mientras está cubierto de aceite para mantener la piel flexible.
Los antiguos romanos también tenían una fuerte tradición de utilizar aceites y ungüentos para el cuidado y la higiene personal. Sus rituales mezclaban una variedad de aceites de origen vegetal, como el aceite de oliva, así como aceites de origen animal, como grasa de ganso y cerdo.
En Ayurveda, el sistema de medicina tradicional indio, los practicantes utilizan una variedad de aceites para masajes (Abhyanga), y el automasaje es un ritual diario clave. Las preparaciones de hierbas en infusión a menudo se adaptarán al dosha de cada uno (pitta, vata, kapha), así como al entorno externo en el que evoluciona. Aceite de coco (en verano), aceite de sésamo (en invierno), aceite de oliva, aceite de ricino, aceite de almendras. Se utilizan comúnmente aceite de oliva y aceite de jojoba.
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Brujería: el arte de fusionarse
A la hora de elegir los ingredientes para los aceites corporales rituales, el origen de los productos es de suma importancia. Las plantas y los aceites no sólo deben obtenerse de fuentes éticas y sostenibles, sino que también se debe tener en cuenta su firma vibratoria.
Centrémonos en algunos de los aceites que St Soleil ha elegido, por ejemplo, en nuestros Óleos Sagrados...:
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El aceite de almendras dulces es rico en vitaminas y minerales y contiene capacidades para combatir los radicales libres. Antiinflamatorio y aumenta la inmunidad.
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El aceite de Ylang Ylang regula las emociones y agudiza tu mente, mientras que su potente aroma puede abrir los chakras más eróticos…
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Los pétalos de rosa son conocidos por sus propiedades calmantes y edificantes y, sin duda, su delicioso olor transmite la más alta frecuencia de amor.
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Las flores de loto azul son veneradas en Egipto particularmente por sus propiedades trascendentales y su capacidad de elevar la vibración del aura humana en su camino...
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El aceite de semilla de albaricoque es ligero y se absorbe rápidamente en la piel, dejando un acabado no graso gracias a su ácido linoleico.
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El aceite de cedro se utiliza por sus propiedades reafirmantes y la caléndula es conocida por sus propiedades calmantes y curativas.
